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domingo, 24 de abril de 2011

Anima del Fortuoso


A fines de los años 20 vivió en Alto Bonito un campesino llamado Fortuoso Soto.
Muy bueno para el carrete y las mujeres, Fortuoso se había convertido en un cliente frecuente de una Casa de Güifas llamada "El Palomar".

Este templo del placer se ubicaba en donde actualmente se encuentra la Base Naval. En aquellos años abundaban los caminos de ripio, para llegar hasta el prostíbulo, Fortuoso recorría uno que pasaba por que actualmente es la calle Las Quemas y que conectaba con la antigua Pérez Rosales.
Después de sus acostumbradas noches de sexo y copete, Fortuoso regresaba de amanecida hacia su casa en Alto Bonito caminando por el camino de ripio antes nombrado.

En el último y trágico amanecer de Fortusoso, unos hombres le esperaban para asaltarlo. Como buen hombre de campo ofreció resistencia, pero terminó mortalmente herido y tirado en el camino.
Alguno dicen que su muerte fue debida a "Problemas de Faldas", o mejor dicho por la envidia de la buena llegada que tenía Fortuoso con las chicas del burdel El Palomar.

Con el tiempo la gente que transitaba por el camino donde murió Fortuoso empezó a asegurar que se encontraba con su alma en pena.
Fue así como una madre afligida por la enfermedad de su hijo, tuvo la desesperada idea ir al camino e invocar al alma de Fortuoso para que salvara a su hijo, prometiéndole que construiría una casita para que su alma en pena no vague más. Al parecer el alma de Fortuoso escuchó la plegaria, pues la mujer agradecida cumplió su promesa, y el rumor del milagro hizo que más gente se acercara a implorar a Fortuoso para que les concediera algún desesperado favor.

De esta manera la calle las quemas se fue llenado de casitas construidas por los agradecidos creyentes en Fortudo y no es raro ver placas y casitas que aún hoy no tienen más de un año de haber sido incluidas en la abundante fila ya existente.






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